«Ahora ya nada importa hijo mío, ya no le tengo miedo a nada.
Al caer la noche iré a buscarles, iré a por lo que tanto ansío y lo que te mereces, iré a por su sangre a fuego y hierro.
Ahora ya nada importa excepto cuidar a tus hermanas.
No permitas que nadie les haga daño e impidelo con tu vida si fuera necesario, igual que hiciste cuando vinieron a buscarme.
Aunque dormido en tu cripta, te mandé construir en piedra pequeño mio, para que puedas seguir protegiendo esos bebés como hacías cuando respirabas con tu lanza de caña.
Ahora ya nada importa hijo mío, ya no hay nada que perder, ya todo da igual, no hay un infierno peor que en el que vivo sin vosotros.
Esta noche dormiremos juntos.
– Papá»
– Restos de un diario preservado desde la época de la Guerra de las Colonias, ocurrida en Media Esuarth. Fechada el 24 de Marmaradin del 1233 d.S.
Nuevo relato e imagen de nuestro colaborador Doppleganger, que nos da una muestra de como la desesperación y la pérdida pueden afectar a un hombre bueno.
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Autor y Fotografía: Doppleganger
Cuánto dolor hay entre líneas y cuánto sentimiento, es precioso.
Es un pasaje muy sentido. Un ejemplo de los horrores que se viven en una guerra.
Muchas gracias por tu comentario!