Voy a comenzar esta entrada dando las gracias.
Gracias a los miembros y colaboradores de la Iniciativa Vilia, que dedican su tiempo, su energía y su interés en este hermoso proyecto que estamos creando.
Y en especial, gracias a Francisco Macías, que durante las últimas semanas ha estado poniendo su enorme talento a disposición de la Iniciativa Vilia para darle el lavado de cara que estáis viendo que tiene esta página web.
No solo eso: Fran nos ha guiado en la creación de una imagen que simboliza muchos de los aspectos que tiene Vilia. Un logo que dice mucho de nosotros con tan solo dos letras. Os lo presento a continuación:
Esta imagen reune en unos pocos trazos muchas características importantes de nuestro proyecto de Narración y Creación de Mundos. Os cuento algunos de los cuáles a continuación:
- Forma la base del nombre de nuestra Iniciativa, usando las letras que lo delimitan: la V y la A.
- Estas dos letras se enfrentan entre sí, contrapuestas, reflejadas la una en la otra: en conflicto. Dos imágenes del mismo elemento con un significado distinto, según la forma en la que se la está observando.
- Ambos caracteres parecen bailar entre sí, a punto de tocarse, pero sin llegar a hacerlo en ningún momento. Dejan intuir un punto central, pero sin llegar a revelarlo. Lo envuelve de misterio. Podría ser cualquier cosa.
- Al mismo tiempo, el logo es simétrico: se lee de la misma forma del derecho que del revés. Jugamos con la dualidad, el choque de opuestos que, unidos, pueden llegar a crear armonía.
- Los dos caracteres están envueltos por sí mismos: buscan el formar un ciclo, aunque no termina de serlo. Crea una tendencia, pero deja espacio a las posibilidades, de forma que podamos sorprendernos.
- Juega con nuestra regla favorita: la Regla del Tres.
Estos, y otros tantos conceptos forman parte de los pilares de la Iniciativa Vilia: un proyecto donde presentamos un Mundo, a la espera de ser ampliado, expandido, creado entre todos… buscando el conflicto, los contrastes, con la idea de que al mirarlos desde una perspectiva más alejada, todo armonice por completo.
Y sólo estamos empezando.
Una vez más, Bienvenidos a Vilia.
