– ¿Simplemente estaba aquí? – buscaba algo en las manos de aquel explorador sabiendo que algo le estaban escondiendo.
– Tal y como la está viendo mi señor – mentía el joven y harapiento explorador mientras escondía el precioso ojo de Rubí en un bolsillo.
– Parece que llegamos tarde, hay una inscripción en la piedra, no se lee muy bien pero parece que dice «Aquel que por avaricia deje ciega a mi guardián, correrá su misma suerte y una veintena de sus hermanos le darán fácil caza y muerte» – escuchó un grito y se giro rápidamente para descubrir como de entre la maleza surgía una manda de sigilosas y hambrientas leonas relamiendose.
– Wang Liao y Sakura Ichibin, explorando las Cavernas Torano Dokutsu, al sur de la Península Olvidada. Inkairu, 5 de Ithraindra, 1469 d.S.
Arrancamos la sección de microrrelatos con esta imagen y texto cortesía de nuestro colaborador Doppleganger. ¡Muchas gracias!
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Autor y Fotografía: Doppleganger